Exposiciones
La obra de Daniela en sus distintas ramas indaga sobre esta forma de estar en la vida. A través de sus títeres, el clown o la pintura abre la dimensión del niño, es decir la posibilidad de percibir al mundo como si estuviera naciendo a medida que se lo descubre.
En sus acuarelas los retratos como payasa o sus títeres nos trasladan al teatro: extraño lugar de una temporalidad sagrada. En otras obras diferentes niños viajan en los asientos posteriores de un auto: el viaje de los adultos es lineal, en cambio, los niños abren el tiempo como una flor, ellos viajan hacia otro lado mientras son llevados por las rutas ya trazadas.
Estos hermanos–artistas van concibiendo, individualmente y a dúo, obras que plasman en distintos géneros. Las series fotográficas
creadas en conjunto: “Oro, plata y bronce”, “Flight delay”, “Hermanos”, “Fuimos eternos”, “Vecinos” abordan el significado y el sentido del instante bajo la conciencia de la eternidad y testimonian la entelequia a través del disparo de la cámara.
La muestra denominada «Los urbanos» está constituída por esmerados trabajos, fruto de la observación aguda y cabal del panorama humano de la cuidad. Imágenes de personajes ignotos sitiados por la sombras de su propio aislamiento, se dejan ver a través de su mano como inolvidables figuras y potentes íconos que invitan a la reflexión. Lugares perdidos se encauzan en un nuevo universo transportado al plano por la artista, mientras elementos rescatados de una neblina de palabras dan ejemplo de la energía profunda que orienta su poder creativo. La consternación y las cavilaciones llevan a Julia Dorr a crear el espacio expresivo de su percepción donde el gesto, el encuentro del sitio mesurado, y el atisbo de un rasgo conforman un acierto estético.
Mariana Allievi trabaja con sentido cósmico. Un andar peregrino refleja en la obra su apertura a un universo vital y poderoso. Energías múltiples transitan el plano y se perciben a través de todos los sentidos. Una obra con música interior, con dinamismo, una obra viva.
El elemento «rueda», manifiesto y revelador, predica el avanzar con una mirada atenta hacia cada momento, hacia cada detalle, hacia cada lugar.
Francisco Bressanello se relaciona con el color íntimamente y define a este estado de vinculación como un trabajo sobre la ausencia, un constante fluir, una comunión con otra belleza y otra verdad. Al contemplar su obra la mente acecha buscando pares en la historia y nos ubica en el expresionismo abstracto trayendo el nombre de Mark Rothko y sus Colour Field Paintings. Si bien aquella corriente de arte y sus representantes han incidido hondamente en el público; el tiempo ha transcurrido, vivimos otras épocas, se han multiplicado los abordajes expresivos y retomar elementos poderosos de alguno de los caminos del arte resulta una hazaña y un compromiso con el pasado y el futuro. Bressanello afronta el desafío con serenidad y avanza afianzado en sus ideas y en el acto de pintar definido como punto de choque y de desvío.